La primera sesión suele tener una duración de una hora y media aproximadamente. Esta primera sesión es una toma de contacto entre el profesor y el alumno, en la que se hace una valoración para tratar los síntomas que están causando sufrimiento. Durante esta sesión el profesor y el alumno establecen conjuntamente el objetivo que deseamos conseguir (a corto, medio y/o largo plazo) y eligen las herramientas del Yoga que se van a utilizar. Para ello, el profesor diseña una práctica personalizada, ajustada a las necesidades de la persona en el momento actual, que le ayuden a conseguir sus objetivos.
La práctica personal la diseñamos utilizando una o varias de las herramientas del Yoga. Éstas pueden ser una selección de posturas, un ejercicio de modulación de la respiración, una meditación, un ejercicio de observación, la introducción de un hábito/patrón de comportamiento nuevo,visualizaciones, etc. El alumno genera un compromiso para hacer la práctica que se haya diseñado de mutuo acuerdo con el profesor, en el momento, de la manera y con la periodicidad que se establezca durante la sesión.
La periodicidad de las siguientes sesiones dependerá de cuál haya sido la valoración del problema a resolver y la evolución del alumno, esto se acordará previamente entre el profesor y el alumno.
El alumno gestiona el proceso y va sintiendo los cambios y progresos de una manera gradual tomando responsabilidad en su propio bienestar.
La práctica regular desde la entrega, dará la posibilidad al alumno de que gestione su propio proceso y vaya sintiendo los cambios y progresos de una manera gradual y tomando responsabilidad de su propio bienestar.
El tiempo de práctica se adaptará a las posibilidades del alumno, se suele recomendar una práctica diaria y a menudo son prácticas cortas de unos 20 minutos aproximadamente.
El número de sesiones dependerá de cada caso pero se sugiere que los nuevos alumnos, si nunca han practicado yoga, se comprometan con un mínimo de cuatro sesiones en un periodo de aproximadamente dos meses.